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Hacía tiempo que este tema lo teníamos en el radar de Clickoala. Con la llegada del verano, se hace más notorio un problema que nos afecta a todos: la contaminación del mar.  Desde nuestras playas cercanas hasta los auténticos vertederos que contaminan grandes zonas de océanos y mares. 

Como muestra de este creciente problema, los informativos nos sirven en bandeja situaciones inaceptables: la arena de playas invadida de basura proveniente de festivales improvisados e incluso concentraciones de embarcaciones frente a calas a modo de discotecas flotantes… Todo ello refleja una forma de vivir el mar irresponsable que ha provocado el desastre actual: miles de toneladas de basura contaminando el mar, tanto en la superficie como en el fondo. Incluso el mar se contamina con el uso del protector solar que usamos para evitar el efecto dañino del sol. 

“No es para tanto”, “Exagerados” o, esta es la mejor, “La playa donde veraneo tiene el agua transparente”. Comentarios que hemos escuchado muchas veces y que solo los datos, tantas veces fríos, pueden acallar:

  • 8 millones de toneladas de plástico acaban en nuestros océanos cada año. 
  • Hay 8.300 millones de toneladas de plástico y de esta cantidad 5.700 millones de toneladas nunca ha pasado por un contenedor de reciclaje. 
  • El plástico tarda siglos en desaparecer molecularmente. Se calcula que puede tardar hasta 450 años.
  • Los plásticos que se ven sobre la superficie del mar representan solo el 15% del total que hay en los océanos. 
  • El plástico es directamente responsable de la muerte de millones de animales marinos cada año. Según National Geographic, afecta a casi 700 especies, algunas de las cuales están en peligro de extinción.
  • Se han encontrado plástico hasta a 10.000 metros de profundidad marina

¿Cómo llega el plástico a nuestros océanos? 

Lo fácil sería pensar que es debido a la mala educación de los navegantes. La lógica podría explicar que este es el principal motivo. Sin embargo, tal y como os hemos explicado anteriormente tal cantidad de residuos y basura no se explica por un único motivo.  

En realidad, el 80% de los residuos que está en nuestros océanos provienen de la tierra, y sólo el 20% tiene origen en la actividad marítima. Un ejemplo de ello es como ya explicamos recientemente, con el mal uso del inodoro.

En este sentido hay múltiples vías por las que se produce la contaminación del mar. Cuando tiramos un plástico o un objeto no biodegradable su destino es del todo incierto. Puede llegar a una planta de reciclaje, puede ir a un vertedero controlado, o sencillamente, puede escapar de cualquier control sobre reciclaje debido al viento y a las lluvias. 

Es en este tercer caso que podrá irá directamente a un río o al mar o, como ocurre en la mayoría de los casos, a los sistemas de alcantarillado de las ciudades.  

¿En qué porcentaje el plástico es tratado correctamente? Ahora es cuando llega la explicación de las miles de toneladas de plástico que hay en el mar

  • Sólo el 9% se recicla
  • El 12% se incinera. Con su consecuente contaminación del aire.
  • El 79% restante, acaba en vertederos o en el propio medio ambiente. 

Este gran porcentaje es el que tiene altas posibilidades de llegar al mar de forma descontrolada. Por supuesto, a esto se le añade la mala fe de algunas personas sin escrúpulos ni ética que utilizan el mar como un vertedero gratuito e infinito de residuos. 

Porqué se crean esos vertederos oceánicos 

Ya sabemos de dónde provienen las toneladas de residuos, la mayoría plásticos, que conforman estas concentraciones. Pero, ¿porqué se acumulan en algunos puntos concretos?

La razón la tenemos en la propia naturaleza. Las corrientes marinas y oceánicas junto al viento mueven tal ingente cantidad de residuos hasta zonas dónde remolinos o la falta de corriente provocan estas acumulaciones de residuos no biodegradables. 

Dónde está la mayor contaminación del mar

Tal y cómo hemos explicado anteriormente, los plásticos son arrastrados creando las conocidas como islas de plásticos, que hemos repasado en un post. Son concentraciones de residuos no biodegradables. Un gravísimo elemento de contaminación del mar y, por tanto, un peligro para la biosfera marina.

Si tuviéramos que hacer un mapa de estas concentraciones de plástico, podríamos señalar 5 espacios dónde la concentración es muy elevada: dos en el océano Atlántico, dos en el Pacífico y una en el Océano Índico.  

Por supuesto, estamos hablando de áreas extraordinariamente grandes y con una concentración superlativa de residuos contaminantes. Hacemos este matiz porque en las costas de áreas con mucha población también se encuentran intensas concentraciones de microplásticos debido a ineficaces sistemas de residuos, la mala gestión de un turismo excesivo o la pesquería intensiva. 

El Mediterráneo: el reino de los microplásticos

Si bien en nuestro Mar Mediterráneo no hay una de estas islas de plásticos como en otras zonas del mundo, sí alberga una enorme cantidad de microplásticos. 

Tanto es así que entre un 21% y un 54% de todos los microplásticos del mundo están en este pequeño mar de Europa. Para exponer el grado de contaminación del Mar Mediterráneo, pongamos los datos que reflejó un dato de Greenpace:

Por cada 100 metros de playa, se recogieron ¡320 residuos! De los cuales, el 75% eran de plástico. 

Por desgracia, el presente y el futuro no es halagüeño si se mantiene la actual dinámica en España: cada día se tiran 30 millones de latas y botellas de plástico. Se necesita un cambio tanto en el uso del plástico como en la gestión de los residuos. Gobiernos, empresas y consumidores deben caminar juntos. 

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La primera solución global

El hombre es el responsable de esta situación crítica de nuestros océanos. Pero también es quien puede darle la vuelta a este desastre ecológico. Al menos en la teoría, claro. 

Decimos en la teoría porque el primer gran sistema de limpieza que aspiraba a eliminar la mitad del vertedero de plástico más grande del Pacífico (tiene un tamaño correspondiente a 3 veces Francia) ha sido fallido.

Estamos hablando de una barrera artificial creada por un tubo flotante de 600 metros de largo que se pone en forma de U, lo que permitiría atrapar los residuos gracias a las olas y el viento.

Sin embargo, las pruebas demostraron que, por una parte, no retenían de forma eficaz los residuos y, por otra, que se produjeron roturas en la barrera. Según explicaron los responsables del proyecto, se está trabajando para solucionar estos problemas. No obstante, hay que tener en cuenta que antes de estas pruebas ya se habían lanzado voces críticas respecto a la inversión multimillonaria ( 30 millones de dólares ) y el posible daño al ecosistema marino. Este último punto, fue descartado por los responsables del proyecto.  

En Clickoala estamos seguros que este proyecto es el primero de muchos que se van a poner en marcha a gran escala. Hay esperanza para este problema creado por el hombre. Hay avances y nuevas ideas que dan luz a un problema de tal calibre. Pongamos sólo un ejemplo para acabar con buen sabor de boca. 

Un ingeniero ecuatoriano ha inventado un sistema de turbinas que genera energía mecánica  que permite la extracción de los plásticos en el mar. Este avance es realmente importante, ya que por las corrientes marítimas los residuos provenientes de las costas ecuatorianas son dirigidos hacia las islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad. De esta forma, se protegerá un ecosistema único en el mundo. 

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