Los productos sostenibles se han convertido casi en un mantra en estos días. La gran mayoría de empresas tienen una línea de productos que suelen venderse dentro de esta categoría. Es más, para algunas compañías se ha convertido en una forma de comunicar que están haciendo esfuerzos para cuidar el planeta. Es decir, se trata más de una acción para vender. Pero, como siempre intentamos remarcar el consumidor debe tener herramientas para poder identificar las empresas que realmente son sostenibles de las que que no tienen una estrategia real de producción a favor de la sostenibilidad.
Sin embargo, no tenemos que quedarnos con el sabor agridulce de saber que algunas nos intentan engañar. Deberíamos valorar el esfuerzo real de muchas personas y empresas que producen sus productos y servicios de forma sostenibles. Que entienden que el planeta les está exigiendo un cambio y asumen el reto de forma transversal y valiente.
La sostenibilidad en la producción y en el consumo son completamente necesarias. En la actualidad, vivimos muy por encima de las posibilidades que nos ofrece el planeta. Y el futuro es todavía más pesimista si seguimos igual: con las previsiones de aumento de población (9.600 millones de personas para el 2050) junto con las actuales condiciones de consumo, se necesitarían 3 planetas para cubrir nuestro actual estilo de producir y consumir. Ante este panorama, los productos sostenibles se convierten en imprescindibles.
Qué es un producto sostenible?
Un producto sostenible es aquel que se ha producido respetando el medioambiente y las personas que forman parte del ciclo de producción y que esta forma de producción es perdurable en el tiempo. Es decir, que sea ha realizado a través de procesos limpios, no contaminantes, y con una eficiencia energética que evita el malgasto energético, que se ha respetado los derechos de los trabajadores. Otro de los elementos clave para entender los productos sostenibles está en que debe perdurar en el tiempo sin perjudicar la calidad de vida de la generación actual ni futuras.
Esta es la explicación resumida de lo que es un producto sostenible. Sin embargo, como hemos avanzado anteriormente existe una moda o tendencia de marketing que consiste en utilizar términos vinculados a la sostenibilidad y la ecológica. Productos con bio, eco, nature, y un largo etcétera, no son garantía de que sea un producto sostenible, sino una herramienta de greenwashing y para vender más en este acercamiento de la sociedad a la sostenibilidad y el medioambiente.
La mejor forma de poder superar estas trampas que pone el mercado está en el conocimiento. Por supuesto, el conocimiento de expertos en sostenibilidad. Y esto es precisamente lo que nos permite garantizar que los productos sostenibles de Clickoala lo son. Todos los que aparecen en el buscador de lo sostenible están avalados por sellos y certificaciones recomendados por expertos en sostenibilidad de 25 universidades españolas.
Para poder denominar un producto sostenible como tal, debe asegurar la sostenibilidad en la mayoría o todas las etapas que conforman la vida de este producto. Desde la obtención de las materias primas, cómo se procesa, las diferentes fases de fabricación, la distribución, el uso y posterior eliminación.
Productos sostenibles: ejemplos con sellos confiables
En cuanto a los diferentes sellos o certificados ecosociales que garantizan que realmente sea un producto sostenible, los podríamos dividir en dos ámbitos de la sostenibilidad:
- El ámbito relacionado con el cuidado al medioambiente como materiales reciclados o que respete el medioambiente.
- El ámbito relacionado con los derechos de las personas como el comercio justo, la no explotación infantil o el empleo digno
Ambos ámbitos son los dos principales ejes en los que se basa la sostenibilidad. Sin querer atosigaros con un listado de de sellos ecosociales fiables y recomendados por expertos en sostenibilidad, sí nos gustaría poner de ejemplo 5 sellos y su importancia en cuanto a sostenibilidad:
- PEFC: son elaborados con materiales procedentes de bosques que se trabajan de forma sostenible, cuidando del medioambiente y de los pueblos que dependen de esos montes. Algunos ejemplos de productos sostenibles con el sello PEFC son muebles y artículos de papel, corchos, resinas, trufas, pellets, leña o incluso barricas.
- Ecolabel: productos ecológicos que tienen muy en cuenta la protección del medio ambiente y que están avalos por esta Etiqueta Ecológica Europea. 70 mil productos y servicios sostenibles de muchos tipos que cuentan con su sello. Desde pinturas, productos de cosmética sostenible, de limpieza, de jardinería, etc…
- Comercio Justo: son productos de pequeños productores y trabajadores en países en vías de desarrollo a quienes se les paga un precio mínimo que les permite vivir dignamente con el fin de reducir la pobreza en esos países a través de un trato más justo y beneficioso para todas las partes. Ejemplos de productos sostenibles con sello de Comercio Justo.
- REAS: es la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria. El propósito de REAS es potenciar la economía solidaria, y de este modo impulsar un desarrollo sostenible que tenga en cuenta aspectos fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas: la economía, la sociedad, el medio ambiente y la cultura. Algunos ejemplos de productos sostenibles de la Reas empresas de mensajería en bicicleta, granjas de agricultura ecológica en las que trabajan discapacitados, empresas de limpieza, tiendas de comercio justo, empresas de jardinería, librerías
- MSC pesca sostenible: en el pescado y marisco, y nos informa de que han sido capturados de forma sostenible, según las buenas prácticas recomendadas por organismos oficiales (FAO, ISEAL, GSSI), científicos, gobiernos y la industria pesquera
- Agricultura Ecológica: está certificado por la Unión Europea. Este tipo de agricultura tiene el objetivo de obtener alimentos a partir de formas de trabajar la tierra naturales.
Estos son algunos certificados ecosociales que avalan el interés por la sostenibilidad de productos y servicios. Una forma de entender el negocio en el que no prima únicamente el beneficio económico, sino el cuidado y respeto del medioambiente gracias a una forma de producir productos y servicios que garantiza la perdurabilidad del planeta.
Compras sostenibles
El reto está en que el consumo mayoritario apueste de forma decidida por este tipo de producto sostenible. Lo que está claro es que existe una brecha entre la intención de consumo sostenible y la acción. Si tenemos en cuenta los datos del informe sobre sostenibilidad y consumo sostenible de eBay, el 77,06% de los españoles afirma seguir consumiendo productos sostenibles. Sin embargo, si analizamos un poco más el detalle (lo podéis ver en la infografía), el 61’8% de los encuestados compran 1 o 2 veces al mes, muy poco o nunca productos sostenibles.
Y estos datos contrastan con la encuesta sobre medioambiente y sostenibilidad que realizamos hace unos meses. En ella se extrajo que un 73,5% de los españoles ya toma decisiones de consumo por motivos éticos o de sostenibilidad. Es decir, hay una percepción real de que el consumo de productos sostenibles son una herramienta para cuidar el planeta. Sin embargo, todavía hay un gran porcentaje de ciudadanos que no consumen de forma sostenible habitualmente. Y esta distancia entre lo que sabemos que es bueno y hacerlo, solo se conseguirá con una educación ambiental transversal. Se hace necesaria que se consolide la conciencia de hacer un cambio definitivo si queremos dejar un planeta sano a nuestros hijos. Es nuestra responsabilidad y no podemos rechazarla. ¿Estás preparado/a? ¡Nosotros sí!