J.M. Mulet
Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y dirige una línea de investigación en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, centro mixto del CSIC y la UPV, tratando de desarrollar plantas tolerantes a sequía o a frío. Es director académico del Master en Biotecnología Molecular y Celular de Plantas. En paralelo a su labor académica e investigadora desarrolla una amplia actividad como divulgador científico. Es autor del libro “Comer sin Miedo” del que se han vendido más de 20.000 ejemplares y se ha publicado en varios países, de “Medicina sin Engaños”, “La Ciencia en la Sombra”, “Transgénicos sin miedo” y “¿Qué es comer sano?”. También es autor del blog “tomates con genes”. Escribe la sección “Ciencia sin Ficción” en “El País Semanal”. Conferenciante habitual sobre temas relacionados con la alimentación o la biotecnología y su cuenta de twitter es una de las más seguidas de un científico en activo de habla hispana. Su último libro es “¿Qué es la vida saludable?
Preguntas y respuestas
Un químico con una sección mensual en el diario más prestigioso de España y durante dos años colaborador del programa matinal líder de la radio. ¿Están empezando cambiar las cosas para los investigadores científicos en este país?
¿En qué sentido? En que tenemos más visibilidad pública o que los medios de comunicación cuentan más con nosotros quizás sí. Supongo que todo es debido a los blogs y redes sociales que han servido para que muchos se dieran a conocer y que los medios de comunicación se fijaran en ellos. Eso sí, si la pregunta se refiere a si ahora es más fácil investigar o han mejorado las condiciones laborales la respuesta es clara. Nada está cambiando, todo sigue igual de mal.
¿Cómo se posiciona con el cambio climático antropogénico? ¿Y qué opina de los negacionistas?
Las cuestiones científicas no son como las opiniones políticas o sobre qué director de cine te gusta más. No hay posicionamiento ni opiniones, solo datos. Lo que sabemos es que la temperatura global está aumentando y hay una correlación clara con el aumento de emisiones de CO2. Que sea únicamente de origen antropogénico o pueda haber otros factores, me da bastante igual, puesto que a la hora de buscar soluciones sea antropogénico o no, tendremos que buscarlas igual. Sobre los negacionistas, si tienen mejores datos que los muestren, hasta ahora no lo han hecho, pero en un mundo en el que hay gente que piensa que la tierra es plana, cualquier cosa es posible.
Como hombre de ciencia y viendo la situación climática del planeta ¿cuál crees que sería la receta mágica para intentar paliar el cambio climático? Crees que la solución nos la tiene que dar la ciencia?
No existen soluciones mágicas, solo medidas encaminadas a no incrementarlo y a adaptarse a sus efectos. ¿La solución nos la tiene que dar la ciencia? Bueno, en 10.000 años de civilización ha demostrado ser la forma más efectiva de solucionar problemas y de hacernos la vida más fácil. Solo tienes que ver todo lo que te rodea y ver que mejoras le debes a la ciencia y cuantas le debes a ¿la espiritualidad? ¿a la política? Otra cosa es que no soy tan ingenuo para pensar que la tecnología a secas puede solucionarlo todo, hace falta apelar a la responsabilidad individual de cada persona en gestos como ahorrar energía, reciclar, disminuir el consumo de objetos superfluos y a la organización social para garantizar una correcta distribución de la riqueza y de las oportunidades entre toda la sociedad, etc…
Teniendo en cuenta que hay 925 millones de personas desnutridas y los estudios que demuestran que el cambio climático está haciendo disminuir la productividad de la cosecha, ¿qué soluciones aporta la ciencia?
Esa cifra es muy similar a la que había en los años 50 del siglo XX, con la diferencia de que en aquella época la población mundial no llegaba a 4000 millones de personas y ahora somos más de 7000. Es decir, ahora mismo está comiendo más gente que en cualquier otro momento de la historia, así que las previsiones catastrofistas de Malthus y de Paul R. Ehrlich en su libro “The population bomb” no se han cumplido. Otra cosa es que no debemos de bajar la guardia. Y sí, la ciencia está aportando soluciones en forma de nuevas técnicas de cultivo más efectivas y nuevas variedades mejor adaptadas a las nuevas condiciones climáticas, entre otras.
Permítenos una pregunta de perogrullo, pero queremos aprovechar la entrevista a una de las voces más expertas sobre este campo. ¿Qué son los alimentos transgénicos?
Por definición legal un alimento transgénico es aquel alimento que en más de un 0,9% de su composición proviene de un organismo genéticamente modificado (abreviado OGM). Si seguimos tirando del hilo de las definiciones legales un OGM es aquel organismo que ha incorporado ADN de otro organismo mediante técnicas de ingeniería genética. Lo más divertido es que la definición hace referencia a como se ha producido el organismo, no a qué organismo es. Esto permite que se puedan utilizar técnicas para incorporar ADN de otros organismos y que como no se consideran ingeniería genética el resultado no sea un transgénico, a pesar que tienes organismos con ADN de diferentes orígenes. Esto pasa por ejemplo con los injertos o las hibridaciones. ¿Alguna vez os habéis preguntado de donde salen las sandías sin pepitas? Pues no, no son transgénicos… legalmente.
¿Existe autocrítica entre los científicos defensores de los transgénicos?, ¿se pueden hacer las cosas de otra forma para llegar a un consenso del que formen parte la UE, científicos, ecologistas, ONGs…?
¿Autocrítica? Claro, Trata de publicar un artículo en una revista de revisión por pares y verás los comentarios como van a degüello. Fuera de ese contexto, el de las publicaciones científicas, toda la regulación de los transgénicos se ha hecho en base al principio de precaución y a críticas y riesgos que han señalado los propios científicos. Respecto al consenso. Es difícil llegar a acuerdos con gente que dice cosas que no son verdad. Nada de lo que han dicho los ecologistas sobre los transgénicos es cierto. Solo hay que preguntarse una cosa ¿Dónde están los efectos sobre la salud o el medio ambiente que anunciaban hace 20 años? De hecho han tenido que ir cambiando el discurso a medida que las previsiones no se iban cumpliendo hasta llegar a algo confuso sobre economía y multinacionales, denunciado por organizaciones como amigos de la tierra, wwf o greenpeace que son multinacionales. Tampoco se puede llegar a un consenso con gente que utiliza o defiende la violencia. Los científicos que trabajamos con transgénicos hemos sufrido ataques a campos experimentales que han destrozados años enteros de trabajo, o incluso ataques personales. Hace unos años el organismo de la EFSA que regula la autorización de los transgénicos recibió un paquete bomba. ¿Recuerdas alguna condena de un grupo ecologista a estos ataques? Al contrario, los ataques a campos se han realizado o promovido por organizaciones ecologistas.
Si en Europa no se puede cultivar transgénicos para el consumo humano pero sí para la ganadería… ¿no es en sí una contradicción? ¿No estaríamos comiendo en la carne lo que las leyes quieren evitar?
Realmente no es así. En Europa se permite el cultivo de una variedad de transgénicos y la importación de más de 100. Una vez están autorizados se permite su uso para alimentación humana o animal. Otra cosa es que como la ley obliga a etiquetar los transgénicos, las grandes distribuidores no quieren utilizarlos en sus productos y se utilicen principalmente para alimentación animal. Por lo tanto la paradoja es que no lo sembramos, pero si lo importamos y lo utilizamos. Al margen de que todo el debate se centra en los transgénicos de uso agrícola. Las mayoría de medicamentos como la insulina son transgénicos y nadie se queja.
En el mundo de la sostenibilidad y el ecologismo, ¿qué papel crees que juega la ciencia y la tecnología?
Obviamente el único ecologismo válido es el que tiene base científica, lo contrario sería como conducir un coche a toda velocidad contra el muro y decir que el muro no existe que está en tu mente. Si las soluciones que se proponen desde el activismo para mejorar el medio ambiente no están respaldadas por la ciencia, son inútiles, o incluso perjudiciales. Y por desgracia lo hemos visto en temas como la energía nuclear, los transgénicos, o a más pequeña escala, en temas como el uso del glifosato. Dejo una pregunta al aire. ¿Es más ecológica Alemania desde que prohibió las nucleares? ¿Ha disminuido las emisiones de gases de efecto invernadero?
Sabiendo que el objetivo que científicos y ONGs tienen como fin hacer el mundo mejor y más sostenible, ¿no es posible encontrar aquellos puntos en común entre organizaciones como Greenpeace o Ecologistas en Acción, con científicos como tu tú que investigáis para mejorar el mundo?, en caso de que existan, ¿cuáles serían esos puntos en común?
Cuando condenen los actos de violencia contra los transgénicos o los científicos que trabajamos con ellos y lo que digan tenga base científica, nos sentamos y hablamos.
Desde muchos ámbitos, se aboga por algunos cambios en nuestra forma de vivir y consumir como una forma real de luchar contra el cambio climático. ¿Como científico qué consejos puedes darnos a los ciudadanos para aportar en esta lucha por mejorar las condiciones del planeta?
Habría que ver cuáles de los actos son efectivos y cuales simbólicos. Por ejemplo, yo utilizo bolsas de tela para ir al supermercado, pero si miras las cifras globales de consumo de plástico lo de las bolsas es un poco de risa, por lo que el tema de las bolsas de plástico es más simbólico que efectivo. Sin embargo temas como reciclar el papel y los envases sí que tiene un impacto real. Otra cosa efectiva es dejar de utilizar el coche, sobre todo en desplazamientos cortos y unipersonales. Se pueden hacer muchos gestos sencillos y todo suma.
Una de las recetas comúnmente aceptada para luchar contra el cambio climático es empezar a consumir productos sostenibles. ¿Qué tipo de productos y servicios son los más sostenibles según tu opinión? ¿Qué podemos hacer para que haya más opciones sostenibles y facilitar que la gente lo pueda comprar?
El problema es que el consumidor está sometido a una avalancha de sellos y etiquetas y es complicado separar el grano de la paja. La agricultura ecológica es un buen ejemplo. El sello ecológico no tiene en cuenta ningún parámetro de sostenibilidad y eso permite, entre otras incongruencias, que se permita vender fruta ecológica traída de la otra parte del mundo. Eso no es sostenible. De hecho, al utilizar técnicas poco efectivas , pero naturales, cuando mides aspectos como la huella de carbono o la huella hídrica te encuentras que es muy superior la de los productos ecológicos que la de los convencionales. Yo la recomendación que le daría al consumidor, en temas de alimentación es que consumiera más fruta y verdura y sobre todo de temporada. Normalmente la más sostenible será la que esté mejor de precio ya que se encontrará en el pico de producción por estar en plena temporada.
Clickoala es un buscador de productos y servicios sostenibles confiables. Remarcamos el concepto confiables, porque no existe un sello o certificación único que garantice al ciudadano que está consumiendo de forma ética. ¿Podrías decirnos algunos sellos o certificados en los que sí se puede confiar? Y en el otro lado de la balanza, ¿has detectado alguno que no cumpla con lo que prometen validar?
Habría que ir caso por caso, el problema no es tanto que el sello cumpla o no cumpla, sino que la gente entienda lo que significa cada sello. Por ejemplo el sello ecológico solo te dice que todos los pesticidas y fertilizantes que se han utilizado en el cultivo son de origen natural. Nada más. Y la gente asocia ecológico con sostenible, local o saludable y en ninguna parte del reglamento dice nada de eso. Otros son más divertidos, como el de agricultura biodinámica, que es el monopolio de una determinada empresa y que se basa en los postulados de una escuela místico/filosófica llamada antroposofía. Cuando alguien compra algo biodinámico lo único que le garantizan es que han puesto cuernos de vaca rellenos de estiércol en el campo o que han enterrado calaveras en el lecho de un río para que los astros sean propicios (y esto no es broma ni exageración). Dicho esto, el sello ecológico o biodinámico tampoco implica apto para veganos, ya has visto que muchos preparados biodinámicos se basan en partes de animales y en el vino ecológico se permite la utilización de clara de huevo y de gelatina de pescado. Otros sellos, en cambio, como el de comercio justo me parecen mucho más claros y confiables.
¿Qué referente nos recomiendas entrevistar para poder compartir consejos sobre consumo responsable? ¿Qué pregunta le harías?
Entrevistad a alguien de comercio justo y preguntadle como garantizan esa justicia. Me parece mucho más interesante eso y que aporta mucho más a la sociedad que un plátano ecológico cultivado con productos naturales, pero cosechado por un jornalero en Ecuador trabajando en condiciones de semiesclavitud.