Cuando uno piensa en las nuevas generaciones las imagina preparadas, luchadoras e inconformistas. Un retrato robot que encaja a la perfección con Kiara Nirghin, la protagonista de este artículo y de una historia personal que merece ser conocida por todos.
Kiara no es una desconocida, ya que saltó a la fama por haber logrado un premio organizado por Google para jóvenes. Su proyecto, del que ya explicaremos más adelante los detalles, es un ejemplo de cómo se pueden conseguir paliar de forma sostenible algunos efectos negativos de los climas más extremos.
Aquellos que ya conocéis Clickoala sabéis que nos encanta explicaros algunas experiencias de personas que han hecho mucho por la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad. Son personas anónimas que ayudan a crear un planeta más habitable. Hablamos, por ejemplo, de Ryan Hickman, ese niño capaz de crear una empresa de reciclaje; o esos dos amigos con discapacidades físicas que lograron plantar 10.000 árboles en China, o Sadiman, el indonesio que hizo revivir una zona árida gracias a su titánica tarea de plantar 11.000 árboles. Pero hoy nos toca hablar de la sudafricana Kiara Nirghin y de su interesante innovación.
No más cultivos sedientos
No más cultivos sedientos fue el nombre del proyecto de Kiara con el que ganó el Google Science Fair Community Impact Award africano en el año 2016. Este certamen era un concurso online de ciencia e ingeniería en el que pueden participar alumnos de todo el mundo de entre 13 y 18 años. La finalidad era potenciar y motivar a que los más jóvenes sean los protagonistas de un cambio hacia un mundo mejor, en el que la investigación científica y la capacidad de solucionar problemas sean claves.
No solo se logra el reconocimiento, sino que se concedía un gran premio. Nada menos que 50.000 dólares. Pero lo más destacable del hecho no es la cuantía del premio, sino la motivación a innovar que proporciona a las nuevas generaciones. Y esto es lo que nos encontramos con la potencial solución sostenible a un problema muy grave: el de la sequía.
Antes de explicar con más detalle su innovación, es muy interesante conocer el contexto en el que surgió esta idea, tanto en el ámbito climático y geopolítico de Sudáfrica como en lo personal de Kiara.
Contexto de la innovación
En el año 2013 Sudáfrica padeció la peor sequía en 30 años. Esto provocó que los responsables políticos del país decretaran restricciones de agua. Incluso declararon de zona catastrófica a 5 provincias del país africano. El sector agrícola fue el más afectado, ya que las cosechas se secaron y muchos agricultores se arruinaron, provocando a su vez que los precios de los alimentos se disparasen.
En ese año nuestra protagonista además de padecer las consecuencias de esa sequía, tenía su particular batalla personal. Contrajo la esquistosomiasis, una enfermedad provocada por unos parásitos que le hicieron perder mucho peso y padecer ictericia. Pero eso no fue todo, ya que como tenía el sistema inmunológico debilitado, padeció meningitis bacteriana. Todo esto provocó que pasara varias semanas en el hospital y un largo proceso de recuperación. Este hecho tendrá su importancia.
Imaginaros estar viviendo esta situación socioeconómica en tu país con 13 años y , además, padecer estos graves problemas de salud. A cualquiera nos podría afectar, ¿verdad? Sin embargo, como dijo la propia protagonista, este tiempo le sirvió para profundizar en su amor por la ciencia. Devoraba publicaciones de investigación y, sobre todo, empezó a pensar y analizar sobre la situación socioeconómica y medioambiental de su país.
Así lo confiesa la propia Kiara en declaraciones a la Universidad de Stanford. “A pesar de mi juventud, sabía que las soluciones que se estaban implementando no eran innovadoras. Así que empecé a analizar el problema y descubrí que podía enfocarlo en algo que pudiera solucionar“.
La solución sostenible de Kiara Nirghin
La innovación que propuso Kiara Nirghin para el concurso de Google fue la creación de un polímero muy especial, ya que podía absorber reservas de agua cientos de veces su propio peso, por lo que se evitaría que las cosechas se secaran en tiempos de sequía.
Tras salir del hospital y regresar a su casa puso en práctica una idea que le había atrapado. Empezó a investigar sobre los polímeros superabsorbentes (SAP) con varios materiales. Los SAP son polímeros que pueden absorber y retener grandes volúmenes de líquido. Es por ello que son utilizados en el sector agrícola para evitar que los cultivos se sequen. Pero tienen un problema: son caros, contienen productos químicos y no son biodegradables. Esto en términos prácticos tiene una importancia capital para los cultivos en zonas con pocas precipitaciones o con largos periodos de sequía.
Kiara encontró, tras experimentar con varios materiales orgánicos, una combinación polimerizada única de cáscaras de naranja y de aguacate. Esta fórmula presentada en polvo blanco se puede agregar al suelo de los cultivos y cuando se aplica agua, este SAP orgánico retiene agua durante un largo periodo de tiempo.
Además, al estar realizado con ingredientes naturales se evitan los componentes químicos, mejora la calidad del suelo al ser biodegradable y aumenta la seguridad alimentaria. Y por no hablar del costo. Se hace mediante el desecho de la fabricación de jugo. Por tanto, esta innovación de Kiara Nirghin es un ejemplo ideal de la Economía Circular, otorgándole otro uso a un material que iba ser desechado.
Puedes ver el vídeo (en inglés) en la que la propia Kiara explica y demuestra la extraordinaria capacidad de absorción de agua de su SAP.
En definitiva, si el futuro de la humanidad está en manos de jóvenes como Kiara Nirghin podemos respirar tranquilos. El reto que tienen por delante es mayúsculo con el cambio climático, pero el talento y la inteligencia pueden ser nuestros grandes aliados.