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Mea culpa. Sí, yo también era de esos que compraba cosas sin pensarlo dos veces. Era una pieza más de este engranaje perfectamente engrasado que han puesto en marcha desde hace décadas las grandes multinacionales. Sin embargo, ahora prefiero el consumo local. Una forma más cercana y real de comprar alimentos, ropa y otros productos que necesito.

No se trata de hacer un cambio radical. Únicamente prefiero darle mi dinero a mi vecino que a un multimillonario que está en su yate recorriendo el Caribe. No creas que se trata de una exageración. Es real y está sucediendo en estos momentos mientras estás leyendo este articulo.

Pero es que no solo lo hago por esto, sino que lo hago por comodidad y porqué me gusta más. Te aseguro que ahora compro alimentos frescos y de temporada; puedo pedir consejo a la hora de elegir un pantalón; o cambiar la llave inglesa que compré en la ferretería del barrio el mismo día y recibiendo, además, algún truco para solucionar el problema que tengo con el mueble del baño. Esto es consumo local: una relación más estrecha entre personas. 

Consumo local: qué es y ejemplos

Si me permites, me gustaría antes de explicarte en qué consiste el consumo local, explicarte justo lo contrario. Es decir, quisiera ponerte un ejemplo para que razonemos juntos sobre lo absurdo de algunas situaciones cotidianas.

Necesitamos algo insignificante, digamos que un bolígrafo. Y lo compramos online, es decir, a través de una web. Y compramos online en una web china, ya que sabemos que es muy barato. El resultado es que para que ese simple bolígrafo llegue a tus manos, acaba de recorrer miles de kilómetros en un contenedor transportado por un portacontenedores que es, precisamente, el transporte que más contamina como puedes ver en la imagen de abajo.

contaminación del transporte marítimo

Ahora es cuando nos debemos plantear si realmente es necesario este gasto energético y la consecuente contaminación por un simple bolígrafo que puede ser comprado en la tienda que tienes en la esquina de tu casa. Absurdo, ¿verdad? Pero, no te culpabilices, ya que se trata de una acción empujada por el sistema de consumo en el que vivimos. Sin embargo, te invito a ir más allá y romper este circulo vicioso gracias al consumo local.

Y ahora sí, vamos a repasar qué es el consumo local y algunos ejemplos.

¿Qué es el consumo local? No se trata únicamente de comprar productos y servicios cercanos. Eso es solo la punta del iceberg, ya que se trata de un modelo económico que abraza el desarrollo sostenible, las economías locales y el medioambiente. Se trata, de esta forma, de una parte fundamental del consumo consciente y sostenible.

Para no decir lo mismo con otras palabras, usaremos la definición de Wikipedia que nos parece bastante acertada y refleja bastante bien la mayor complejidad del término: “El consumo local hace referencia al esfuerzo colaborativo para construir economías basadas en productos de la localidad, comarca o región. Específicamente en el ámbito de la alimentación hace referencia a la producción, procesamiento, distribución y consumo integrados para mejorar la economía, medio ambiente, salud y relaciones sociales de un lugar en particular”.

Es una forma de entender el consumo que se opone al modelo global en el que grandes empresas ofrecen  productos a todo el mundo sin importar la distancia, y en el que no hay contacto directo entre productores y consumidores. ​Por tanto, el consumo local se erige como un garante del bienestar de las personas y el entorno natural.

En esta definición ya se especifica con bastante acierto tanto los diferentes procesos en los que está implicado el consumo local y algunos de los beneficios que implica.

Ejemplos de consumo local​

En cuanto a ejemplos de consumo local, vamos a proponeros algunos, pero hay que tener en cuenta que que las posibilidades son muchas, sobre todo, teniendo en cuenta la implicación que pueda tener las entidades públicas en el desarrollo del comercio local.

  1. Cooperativas: las cooperativas de pequeños productores son una excelente alternativa para el consumo local, ya que ofrecen alimentos a precios muy competitivos al eliminarse los intermediarios y ofrecen productos locales.
  2. Mercados: es un ejemplo clásico pero no menos importante. Ir a comprar al mercado de tu localidad es una garantía de consumo consciente, ya que estás comprando producto fresco y de la zona.
  3. Tienda de barrio: como indicamos en el ejemplo del bolígrafo, comprar en la tienda del barrio productos que podemos encontrar fácilmente es una garantía tanto de acierto en la compra como de revitalizar económicamente la localidad en la que vivimos.
  4. Mercadillos: una tradición que sigue vigente en la actualidad. Existen muchos tipos de mercadillos: semanales, temporales o temáticos. Además, en muchos casos, en los mercadillos hay productos de segunda mano.
  5. Webs con productos de cercanía: conocemos perfectamente cómo es nuestro día a día. Siempre con poco tiempo libre y muchas veces nos resulta más fácil comprar online y esto también puede ser consumo local, ya que hay muchas webs que ofrecen productos locales y facilitan este tipo de compra de cercanía. Un ejemplo, es nuestra propia web de Clickoala.

Desde sus inicios Clickoala tenía claro que su objetivo era ser un facilitador del consumo responsable, sostenible o consciente, como queráis decirlo. Pusimos todo nuestro empeño en preguntar a aquellos que más saben sobre cuáles eran los mejores certificados ecosociales. Cientos de expertos y profesores universitarios nos marcaron el camino a seguir: el comercio de proximidad y el consumo local.

Efectivamente, según los expertos consultados uno de los conceptos que más importancia tenía para ser respetuoso con el planeta y las personas consistía en la cercanía entre los productores y los consumidores.

Aceptamos el reto y añadimos en nuestro buscador la etiqueta de Hecho en España. Pero fuimos más allá y quisimos facilitar el consumo local a la ciudadanía de dos formas, totalmente complementarias:

  • Con los productos locales: que podrás encontrar en el buscador y en las cestas de alimentos, como el pack de Castilla La Mancha.
  • Con las empresas locales: que puedes encontrar en nuestro mapa Proxi+

Esta evolución de lo que ofrece Clickoala tiene un claro objetivo: ofrecer herramientas útiles y sencillas para que cualquiera pueda encontrar productos de cercanía e incluso, en el caso de Proxi+, pueda vivir experiencias irrepetibles en las mismas instalaciones dónde se han producido los productos que vas a adquirir. Es ir más allá del comprar algo concreto. Es ser parte activa de una forma de hacer las cosas más justa y más ecológica que garantiza el consumo local.

Estos son solo algunos ejemplos de consumo local pero seguro que se te ocurren muchos ejemplos más. Sin embargo, lo realmente importante es entender los beneficios que aporta tanto para la economía de la localidad como para el medio ambiente. Son pequeños cambios que pueden significar mejoras significativas si acaban consolidándose en la sociedad. Pero como muchas veces decimos, el cambio se inicia con uno mismo. Compra local, actúa global.

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