En el mundo de la alimentación saludable, hay una gran cantidad de términos que a menudo se confunden o se usan indistintamente, cuando en realidad tienen diferencias clave. En este artículo, explicaremos las diferencias entre los alimentos ecológicos, orgánicos, sostenibles, bio y naturales, así como otros conceptos relacionados dentro del marco de la alimentación sana y responsable.
Como consumidor medio recibimos tanta información sobre alimentación que podemos sentirnos abrumados. Si la información es poder, la infoxicación es un grave problema a la hora de tomar una decisión de compra alineada con nuestra forma de pensar. Y sobre esto, algunas empresas lo saben muy bien. El uso de conceptos impactantes pero vacíos de contenido real han llenado las vitrinas de los supermercados.
Por eso, queremos intentar arrojar algo de luz mostrando diferencias entre los alimentos ecológicos, orgánicos, sostenibles, bio y naturales. ¿Nos acompañáis en este recorrido? Prometo que será bastante útil.
Diferencias entre los tipos de alimentos
1. Alimentos ecológicos
Los alimentos ecológicos se producen respetando el medio ambiente, sin el uso de pesticidas, fertilizantes químicos, transgénicos ni otros productos sintéticos. Además, en el caso de los productos de origen animal, los animales deben haber sido criados con acceso al aire libre y sin el uso de antibióticos o hormonas de crecimiento.
En la Unión Europea, la certificación ecológica está regulada por normativas estrictas de la UE (Reglamento UE 2018/848) y se identifica con la agricultura ecológica. Seguro que lo has visto con la imagen del sello de la Eurohoja. En España, además, existen organismos autonómicos que certifican estos productos, como el CAECV en la Comunidad Valenciana o el CAAE en Andalucía.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que el cultivo ecológico favorece la biodiversidad del suelo y reduce la contaminación del agua.
2. Alimentos orgánicos
El término “alimento orgánico” es prácticamente sinónimo de “ecológico”, aunque su uso varía según el país. En Estados Unidos, por ejemplo, el sello “USDA Organic” certifica productos que cumplen con normativas similares a las europeas, garantizando que no contienen químicos sintéticos ni organismos modificados genéticamente (OMG). Sin embargo, en muchos países de habla hispana, “orgánico” y “ecológico” suelen utilizarse indistintamente.
En este contexto hay que tener en cuenta que en algunos países latinoamericanos, la regulación de alimentos orgánicos está en desarrollo, y aunque hay certificaciones privadas, aún no todas las normativas son homogéneas. La FAO indica que el consumo de productos orgánicos ha crecido significativamente en la última década debido a su impacto positivo en la salud y el medioambiente.
Hace un tiempo publicamos un artículo sobre tiendas orgánicas que seguro os ayudará a diferenciar mejor este concepto.
3. Alimentos sostenibles
Los alimentos sostenibles van más allá de lo ecológico. Se producen de manera que garantizan la viabilidad a largo plazo del medio ambiente, la economía local y el bienestar social.
Un alimento puede ser sostenible sin ser ecológico: por ejemplo, un agricultor local que usa algunos fertilizantes químicos pero respeta los ritmos de la naturaleza y reduce la huella de carbono con distribución de cercanía. También ocurre al revés: un producto ecológico importado desde otro continente tiene el sello ecológico, pero su transporte masivo genera un alto impacto ambiental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO han promovido el concepto de sistemas alimentarios sostenibles para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria en un contexto de cambio climático.
4. Alimentos bio
El término “bio” es una forma abreviada de “biológico” y, en la práctica, es sinónimo de “ecológico” y “orgánico” en Europa. Según la normativa de la UE, no puede usarse en productos que no cumplan con los criterios ecológicos. Sin embargo, en el lenguaje comercial, muchas marcas utilizan el término para dar una impresión de naturalidad, Aunque, como ya indicamos en la introducción no significa que el producto tiene certificación ecológica.
5. Alimentos naturales
Los alimentos naturales son aquellos que no han sido sometidos a procesos industriales agresivos, como la refinación, el blanqueamiento o la adición de conservantes artificiales. Sin embargo, la denominación “natural” no está regulada de manera estricta y puede prestarse a confusión. Un producto puede ser “natural” sin ser ecológico, orgánico o sostenible, ya que no hay una certificación oficial que lo respalde.
Otros conceptos relacionados
Además de los conceptos que os hemos ido explicando, en el mundo de la alimentación existen otra serie de variedades que pueden ampliar la ventana de opciones a la hora de elegir una alimentación saludable, ya sea para el planeta o para la salud. Por eso, es importante que también os expliquemos algunos de ellos:
- Alimentos de proximidad o kilómetro 0: Son aquellos que se producen y comercializan en un radio cercano. Con 2 beneficios clados: reduce la huella de carbono y apoya la economía local. Esta es una alternativa en auge para aquellas personas que quieren consumir productos de calidad sin el impacto medioambiental del transporte de larga distancia.
- Alimentos integrales: Conservan todas sus partes originales, como el grano entero en los cereales, lo que los hace más ricos en fibra y nutrientes.
- Alimentos veganos: No contienen ingredientes de origen animal, aunque no necesariamente son ecológicos o sostenibles.
- Alimentos sin aditivos: Se caracterizan por no contener conservantes, colorantes ni potenciadores de sabor artificiales.
En definitiva, a la hora de elegir productos saludables y respetuosos con el medio ambiente, es importante conocer las diferencias entre los alimentos ecológicos, orgánicos, sostenibles, bio y naturales. Aunque parezcan que es lo mismo, como os hemos explicado, no lo son en absoluto. Optar por alimentos ecológicos o sostenibles es una decisión que no solo beneficia nuestra salud, sino también la del planeta. Leer etiquetas, verificar sellos de certificación y priorizar productos de proximidad son pasos clave para una alimentación más consciente y responsable.
Fuentes:
- FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)
- OMS (Organización Mundial de la Salud)
- Reglamento UE 2018/848 sobre producción ecológica y etiquetado de productos ecológicos