La sociedad ha ido evolucionando en los últimos años y desde hace tiempo las etiquetas ecológicas cada vez son más conocidas e importantes. Por una parte, es una buena noticia para la sostenibilidad y el medio ambiente, ya que demuestra un cambio de paradigma tanto para las personas que quieren consumir de una forma más consciente, como para las empresas que quieren producir de una forma más respetuosa con el planeta. Sin embargo, como tantas veces ocurre, hay personas que han visto en este cambio una oportunidad de negocio y se han subido a este auge ecológico y medioambiental únicamente para vender más.
Es por ello que en este contexto socioeconómico es tan importante distinguir las ecoetiquetas y sellos ecológicos que sí son reales y confiables de las que no lo son.
¿Qué son las etiquetas ecológicas o ecotiquetas?
Las etiquetas ecológicas, ecoetiquetas o sellos ecológicos, son distinciones que se crearon con el objetivo de informar al consumidor sobre productos o servicios que tienen un impacto positivo en el medioambiente y el planeta. Este tipo de símbolos deben dar información veraz de interés para que las personas sepan el porqué ese producto o servicio contribuye al medioambiente.
Si bien este objetivo inicial sigue siendo válido, queda diluido por la gran cantidad de sellos y etiquetas que se suponen son ecológicos, pero no lo son. Esta infoxicación de distinciones tiene un doble perjuicio para aquellas personas que quieren vivir de una forma más sostenible:
- Por una parte, ha disminuido su capacidad diferenciadora que permitía que cualquiera pudiera saber si un producto esta realmente cuidando el medioambiente o no.
- Por otra parte, el exceso de sellos provoca confusión y frustración, ¿qué significan?, ¿son todos iguales?, sienten una gran confusión y ya no saben qué etiquetas ecológicas son realmente fiables.
La solución a esta situación es sencilla y a la vez compleja: información fácil de entender y fiable. El reto es mayúsculo: en una sociedad que ha girado hacia el medio ambiente y la sostenibilidad, muchas empresas han visto una oportunidad para vender una etiqueta que es solo un dibujo, una estrategia publicitaria, colocar la palabra “verde”, “eco”, “sostenible”… pero nada más. Esto es otra dificultad para las empresas que realmente han apostado por el planeta, y han hecho realidad productos y servicios que ponen al planeta y a los derechos de las personas en primer lugar, y para las personas que quieren encontrar estas empresas, pero se pierden en un mar de etiquetas.
Opinión de los españoles sobre ellas
Hace poco, Clickoala realizó una encuesta preguntando sobre los sellos ecológicos y el conocimiento que tienen los españoles sobre ellos. Y hay que decir que parten de una buena posición para convertirse en una buena solución para millones de españoles que quieren vivir y consumir de una forma más sostenible.
Concretamente, un 55% de la población afirma que este tipo de certificados les genera mucha o bastante confianza.
Un 55% de los españoles confían en las ecoetiquetas
Pero no se conforman solo con el sello, la gente quiere saber qué significan. Necesitan que estas etiquetas ecológicas sirvan para saber cuál es el impacto que tiene un producto o servicio en el medioambiente, antes de comprarlo:
- El 54% de los españoles quiere saber si un producto respeta el medioambiente antes de comprarlo.
- El 35% le preocupa saber si es biodegradable
- El 33% si es un producto libre de plásticos
- El 32% quiere saber si ayuda en la lucha contra el cambio climático
- El 27% quiere saber si esta hecho con materiales reciclados.
- El 20% si se ha utilizado el agua de forma responsable.
Lo más destacado de estas respuestas es que nos ayudan a ser conscientes de que la mayor parte de los españoles otorga una gran importancia a saber si cualquier producto o servicio que encuentran en su día a día cuida del medioambiente. Esta información la deberían otorgar las etiquetas ecológicas o ecoetiquetas. Sin embargo, como os vamos a explicar a continuación no siempre sucede esto.
El conocimiento de las ecoetiquetas
Como hemos dicho antes, muchas empresas se han aprovechado de las buenas intenciones de las personas que quieren comprar de una forma más sostenible, utilizando etiquetas que dan a entender que esos productos son ecológicos, pero no hay una organización independiente que haya comprobado o auditado que esto es así.
Esta situación ha saturado el mundo de etiquetas, generando una gran frustración entre la gente que tiene en cuenta el medioambiente en sus compras. Estas personas conocen la existencia de los sellos, pero no saben que significa cada uno, y esto genera un gran problema, ya que se puede dar por hecho que todos los sellos son igual de buenos o igual de malos.
Esta problemática tiene una solución sencilla: el conocimiento de las ecoetiquetas confiables
La paradoja con las etiquetas ecológicas radica en que si bien se confía en ellas, hay un gran desconocimiento de la mayoría de los sellos mejor valorados por expertos en sostenibilidad. Mientras no haya una regulación más clara y exigente sobre esta práctica empresarial, únicamente la información permitirá poder discernir lo que es confiable de lo que no lo es.
Siguiendo con la encuesta realizada, se preguntó a expertos en sostenibilidad y consumo responsable de 25 universidades españolas que certificados tenían un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad, y recomendaron 28 sellos. Por otro lado, la mayoría de estos certificados fiables son grandes desconocidos para la gente, solo 8 de ellos son conocidos por al menos 1/4 parte de la población. Un dato muy bajo si recuperamos el espíritu de la creación de este tipo de etiquetas: facilitar la opción de un consumo sostenible por parte de la población, que es una de las acciones que contribuye a la sostenibilidad.
Esta necesidad de conseguir una mayor información fiable sobre estas ecoetiquetas tiene todavía más importancia si nos basamos en un dato: las etiquetas ecológicas tienen la capacidad de influir en las compras de un 77% de los ciudadanos. Este fue uno de los objetivos por los que nació Clickoala y en nuestro buscador únicamente encontrarás productos y servicios con sellos ecosociales 100% fiables.
De cuáles me puedo fiar
Llevamos tiempo preguntando justo esta pregunta a verdaderos expertos de la sostenibilidad y el consumo responsable. El objetivo no es otro que poder asegurar, basándonos en la opinión de quienes más saben, qué sellos o etiquetas ecológicas son fiables.
Os vamos a presentar cuáles son las etiquetas ecológicas fiables que según los expertos tienen el mayor impacto medioambiental (los han valorado con un 7 o más, en una valoración de 0 a 10):
- El sello francés AB de agricultura biológica.
- El sello de Agricultura Ecológica de la Unión Europea
- El sello alemán Ángel Azul que certifica más de 12.000 productos y servicios.
- BREEAM que evalúa y certifica la sostenibilidad de un edificio.
- El sello de origen escandinavo Cisne Blanco.
- El sello de agricultura biodinámica Demeter
- El sello especializado en cosméticos ECOCERT Cosmos
- La etiqueta ecológica Ecolabel de la Unión Europea
- La Etiqueta Energética de Clase A+++ que certifica la máxima eficiencia energética
- FSC que certifica el manejo responsable de los bosques.
- Global Recycled Standard para productos con contenido reciclado.
- GOTS que lo podemos encontrar en ropa y tejidos.
- LEED que certifica edificios ecológicos.
- El certificado de pesca sostenible MSC
- Oeko-Tex Standard 100 que verifica que los productos téxtiles no contienen sustancias nocivas para la salud o para el medioambiente.
- El sello Passive House que certifica una eficiencia energética superior en los edificios.
- El Sello PEFC que garantiza que la madera proviene de bosques gestionados sosteniblemente
- Verde GBCe que certifica la sostenibilidad de un edificio
Por supuesto, Clickoala irá actualizando la información de estos expertos para poder ofrecer siempre la opinión de quienes más saben sobre sostenibilidad y consumo responsable. En este acercamiento a la sostenibilidad de la sociedad también se aprecia en la mayor aceptación de los regalos ecológicos como una forma de obsequiar a alguien especial y, a la vez, cuidar el planeta.