Las zapatillas gustan. No lo vamos a negar. Son cómodas, son estéticamente atractivas y nos aportan un look informal que nos hace sentir jóvenes. Es por ello que se han convertido en más que un simple calzado: son también expresiones de estilo y cultura. Pero como el resto de la industria del calzado tiene una importante huella ecológica. Por eso, no es de extrañar que cada vez haya en el mercado más zapatillas contra el cambio climático.
Entendamos la expresión de zapatillas contra el cambio climático, como un tipo de calzado más respetuoso con el planeta, ya sea usando materiales sostenibles, con un sistema de producción con menos impacto medioambiental, o, en el mejor de los casos, con ambos conceptos.
El caso es que, como otras prendas de moda, las zapatillas tienen su propia huella ambiental y esto nos permite conocer la sostenibilidad del producto en las diferentes etapas del ciclo de vida. Como veremos más adelante, la mayor influencia al cambio climático se debe a la fase de manufactura, debido al consumo energético.
Huella ambiental de las zapatillas
Y si hablamos de cifras, podemos indicar dos que nos remarcan la importancia de lograr zapatillas contra el cambio climático:
- Según un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fabricar un par de zapatillas de deporte genera el equivalente a mantener encendida una bombilla de 100 vatios permanentemente durante una semana
- Otro dato a tener en cuenta, en este caso la información proviene de la INESCOP (Centro tecnológico del calzado), un par de zapatos casuales puede producir hasta 23.3 kg de CO2.
Bien, pues si tenemos en cuenta que en el mundo se venden 34 millones de pares de zapatos por día, el impacto de la industria del calzado representa una porción significativa de la carga ambiental del sector de indumentaria.
Proyecto europeo para la mejora del impacto medioambiental como ejemplo
Europa siempre se ha vanagloriado de ser la punta de lanza en cuanto al acercamiento tanto social como industrial a las directrices medioambientales. Y en este contexto se sitúa el proyecto europeo Life+ CO2Shoe “Huella de carbono de calzado”. Se trata de un plan con el objetivo de medir las emisiones de CO2 que se producen durante todo el proceso de fabricación del calzado.
Del análisis se pudo calcular el porcentaje de las emisiones de CO2 que se producen durante los diferentes ciclos de vida del calzado:
- El 58% son durante el proceso de la fabricación de los componentes del calzado.
- El 11% en el montaje y acabado.
- El 16% en el envasado.
- En la distribución entre los consumidores un 6%.
- En la vida final del producto un 9%.
Este proyecto sirvió para poner sobre el tapete las mejoras necesarias para mejorar la huella medioambiental en la producción de este tipo de producto. El ecodiseño, que permite planificar con la mejor eficiencia todo las fases de vida, facilitando una producción más sostenible de las zapatillas.
La innovación como aliada de las zapatillas contra el cambio climático
Como hemos estado comentando anteriormente, la industria del calzado ha experimentado importantes innovaciones que han hecho posible una producción más sostenible y ecológicas. Algunas de estas innovaciones son:
- Uso de Materiales Reciclados: como botellas de Plástico Recicladas. Muchas marcas utilizan botellas de plástico recicladas para fabricar la parte superior de las zapatillas. Otro de los materiales reciclados más usados es la Goma Reciclada: en este caso, es la reutilización de neumáticos usados para crear suelas de goma.
- Tejidos Sostenibles: de entre ellos, destaca el del Algodón Orgánico, que se cultiva sin productos químicos dañinos. Así mismo, el uso de las fibras de Bambú y Tencel, que son biodegradables y se obtienen de manera sostenible, en la fabricación de forros y partes superiores de zapatillas.
- Tintes a base de agua en lugar de tintes tradicionales que pueden contener productos químicos nocivos, los tintes a base de agua son una opción más respetuosa con el medioambiente. Además, los acabados en las zapatillas contra el cambio climático se realizan con productos químicos biodegradables, lo que reduce el impacto sobre el planeta.
- Procesos de Producción Eficientes como la Impresión 3D,que está siendo cada vez más utilizada en la fabricación de zapatillas, permitiendo una producción más personalizada y reduciendo el desperdicio de materiales. Otro proceso usado con éxito es el Corte Láser, lo que permite un corte preciso de los materiales, minimizando también el desperdicio de tejidos y cueros.
- Reciclaje de Zapatillas Antiguas: un ejemplo más de economía circular con Programas de Reciclaje. Algunas marcas están implementando el reciclaje de zapatillas. Este programa consiste en que los consumidores les devuelven sus viejas zapatillas para su desmontaje y reciclaje, cerrando así el ciclo de vida del producto.
Estas innovaciones no solo están transformando la forma en que se fabrican las zapatillas, sino que también están impulsando la industria hacia un modelo más circular y sostenible. La adopción continua de estas prácticas contribuirá significativamente a la reducción del impacto ambiental de la industria del calzado.
Zapatillas y cambio climático: Más Allá de la Moda, una Declaración de Responsabilidad
Si se nos permite este guiño lingüístico, las zapatillas contra el cambio climático son un ejemplo más de una industria que necesita mantener compromiso real con la sostenibilidad. Y es que en la actualidad los ciudadanos no solo se conforman con elegir las zapatillas que más le gusten o que mejor les encaje con su presupuesto económico, también escogen zapatillas que han sido creadas siguiendo unas pautas de producción sostenible.
El consumo consciente es la respuesta lógica de una sociedad que conoce los efectos sobre el medioambiente de los productos y servicios que compran. Y exigen consumir como piensan.