Recuerdo que hace unos años, durante un paseo por los Pirineos, un amigo me preguntó cuál era la diferencia entre las energías renovables y las energías limpias. Yo era el amigo ecologista y tenía que saberlo, claro. Pero al ver mi cara de confusión, me di cuenta de lo habitual que es pensar que estos términos son sinónimos cuando, en realidad, aunque relacionados, tienen matices importantes que los distinguen.
Hoy en día y salvo expertos en el mundo de la sostenibilidad, es fácil confundir términos. “Energías limpias” y “energías renovables”, ya que suelen usarse como sinónimos, pero en realidad no lo son. Aunque comparten el objetivo de reducir el impacto ambiental, tienen diferencias importantes. Os invitamos a aprender las diferencias entre ambos conceptos energéticos.
¿Qué son las energías renovables?
Las energías renovables son aquellas que provienen de recursos naturales que se regeneran constantemente, como el sol, el viento, el agua o la biomasa. Estas fuentes son inagotables (al menos a escala humana) y están disponibles en gran parte del planeta. Ejemplos destacados incluyen:
- Energía solar: generada a partir de la luz y el calor del sol.
- Energía eólica: obtenida mediante el movimiento del viento.
- Energía hidráulica: que aprovecha la fuerza del agua en movimiento.
La característica más importante de las energías renovables es su capacidad para regenerarse. Sin embargo, su impacto ambiental puede variar dependiendo de cómo se implementen. Por ejemplo, una gran presa hidroeléctrica puede alterar ecosistemas locales, aunque la fuente sea renovable.
¿Qué son las energías limpias?
Por otro lado, las energías limpias son aquellas que no generan emisiones de gases contaminantes o tóxicos durante su producción. Su principal ventaja es la reducción del impacto ambiental en comparación con los combustibles fósiles, que emiten dióxido de carbono y contribuyen al cambio climático.
Aquí es donde radica la diferencia: no toda energía limpia es renovable, y no toda energía renovable es completamente limpia. Por ejemplo:
- La energía Mareomotriz y de las Olas: Obtiene energía del movimiento de las mareas y las olas del mar. Tiene un gran potencial, pero todavía está en desarrollo.
- La biomasa, una fuente renovable, puede generar emisiones contaminantes si no se gestiona adecuadamente.
¿Por qué es importante distinguirlas?
Sigamos con el quid de la cuestión: la distinción entre energías limpias y renovables tiene implicaciones importantes para el diseño de políticas públicas, la inversión en infraestructuras y nuestras decisiones como consumidores. Aunque ambas buscan un mundo más sostenible, sus impactos y desafíos son distintos.
Si lo que buscas es contribuir al cuidado del planeta, prioriza aquellas opciones que sean limpias y renovables a la vez, como la energía solar o la eólica. Estas fuentes no solo reducen emisiones, sino que también aprovechan recursos inagotables.
¿Cuál es el futuro?
El desafío global está en combinar ambos conceptos: impulsar un sistema energético que sea limpio, renovable y accesible. Esto requiere innovación, inversión y compromiso. Cada pequeña acción cuenta: desde consumir electricidad generada por fuentes sostenibles hasta reducir el consumo energético en casa.
En este sentido, Europa está por el buen camino, ya que las energías renovables—incluyendo hidroeléctrica y bioenergía—suministraron el 47% de la electricidad en la UE en 2024, mientras que los combustibles fósiles representaron el 29%. Hace cinco años, estas cifras eran del 34% y 39%, respectivamente. La UE ha reducido a la mitad sus emisiones desde su pico en 2007.
En Clickoala, creemos que la información es necesaria para tomar las decisiones adecuadas. Por eso, entender estas diferencias te empodera como consumidor. La transición hacia un futuro sostenible no solo está en manos de grandes empresas o gobiernos; cada decisión que tomamos, como elegir energías renovables o apoyar proyectos sostenibles, nos acerca a ese objetivo.
“Desgastar nuestro planeta impulsando energías no renovables es cavar nuestra propia tumba, una pala a la vez. La transición a energías limpias y renovables es crucial para un futuro sostenible.”
