2050: neutralidad climática. Hay que admitir que podría ser un gran título de una de esas películas de ciencia ficción de Hollywood. Lamentablemente, esto es real, una dura realidad. Una situación crítica provocada principalmente por el ser humano y ahora es nuestro turno para intentar paliar al máximo las graves consecuencias del cambio climático.
Cuando allá por el año 2015, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de París, se asumió el compromiso global de conseguir la neutralidad climática o neutralidad de carbono para el año 2050, la frágil esperanza de aquellos que luchan contra el cambio climático se hizo más fuerte.
Hoy, apenas unos años más tarde, y tras varias Conferencias de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) realizadas, la esperanza se debilita tras la falta de compromisos reales y no simplemente discursos bienintencionados.
Pero la neutralidad climática o neutralidad de carbono es posible. No lo olvidemos. Sin embargo, es un buen momento para conocer el concepto y las dificultades para conseguirlo.
¿Qué es la neutralidad climática?
La neutralidad climática o neutralidad de carbono es, tal y cómo se intuye leyendo el concepto, es conseguir un equilibrio entre el dióxido de carbono emitido a la atmósfera y el que se consigue retirar. En otras palabras, se busca compensar la emisión de CO2 mediante una serie de acciones que permitan absorber la totalidad de esos gases de efecto invernadero.
Este equilibrio natural se rompió a través de las actividades humanas que hicieron aumentar de forma espectacular las emisiones de CO2 y puso en marcha la aceleración del cambio climático.
Este cambio es relativamente reciente. Pero podemos decir que la aceleración provocada por actividades humanas empezó con la Revolución Industrial, que se inició en 1760. Para aquel entonces, la atmósfera terrestre tenía aproximadamente 250 partes de dióxido de carbono (CO2) por millón (ppm). Doscientos años más tarde, la concentración de CO2 ya superaba las 300 ppm.
Sin embargo, la verdadera aceleración en la acumulación de CO2 en la atmósfera se ha acelerado en los últimos años. El punto máximo de la historia en cuanto a emisiones de CO2 fue el pasado 3 de abril con 421,21 partes por millón según se pudo recoger desde el Observatorio de Mauna Loa, referencia mundial en el seguimiento de este gas de efecto invernadero.
Lo peor de este dato es que se ha recogido en medio de una pandemia que paralizó el planeta durante más de un año.
Justo debajo de este texto podréis encontrar la cuenta de Twitter dónde cada día se puede ver la curva de Keeling. Se trata de una gráfica que muestra los cambios en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera desde 1958. Se basa en las mediciones continuas tomadas en Mauna Loa bajo la supervisión de Charles David Keeling.
414.84 parts per million (ppm) CO2 in air 08-Nov-2021 https://t.co/MGD5CTru41
— Keeling_Curve (@Keeling_curve) November 9, 2021
La ONU y su Neutralidad climática ya (Climate Neutral Now )
Y si estos datos son conocidos, ¿qué hacen nuestros líderes? Pues la verdad es que no hacen demasiado. Lamentamos decirlo. Una de esas pocas acciones está protagonizada por la ONU a través de la Climate Neutral NOW. Esta iniciativa se puso en marcha en el año 2015 tras el Acuerdo de París y tiene como gran objetivo incentivar que todo el mundo ponga en marcha medidas para lograr un clima neutro a mediados del siglo XXI.
¿Cómo afronta la ONU este objetivo decisivo? ¿Con grandes acuerdos vinculantes a nivel global? ¿Con grandes inversiones para la transformación de empresas, sociedad y ciudadanos hacia la sostenibilidad? Mmmm, no precisamente.
La ONU “invita” (utilizamos la palabra escrita en la web de Neutralidad Climatica Ahora) a los diferentes actores a trabajar en la consecución de la neutralidad climática. Para ello, se debe reducir la huella climática siguiendo 3 pasos:
- Saber las emisiones de gases de efecto invernadero
- Reducirlas al máximo posible mediante acciones concretas
- Compensar las emisiones que no se pueden reducir meciante las CERs (reducciones de emisiones certificadas por la ONU)
Los sumideros de carbono, aliados
En este contexto de intentar disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente CO2, hay un aliado fundamental que nos lo brinda el planeta, los sumideros de carbono naturales.
Según palabras del Ministerio para la Transición Ecológica y el reto demográfico, un sumidero es todo sistema o proceso por el que se extrae de la atmósfera un gas o gases y se almacena. Las formaciones vegetales actúan como sumideros gracias a la fotosíntesis.
Estos aliados claves no solo no se están incentivando para lograr un incremento de superficie de estos sumideros de carbono naturales, sino que se están reduciendo con el paso de los años, lo que agrava el desequilibrio entre emisiones de CO2 y la cantidad que se absorbe.
Esta inexplicable situación quedó refrendado en un artículo del Washington Post en el que se alertaba de la brecha existente entre las emisiones declaradas por los países y la cantidad que realmente están emitiendo. Una de las razones de esta brecha está provocada por el cambio de uso del suelo, especialmente deforestación. Según este interesante artículo, se concluye que los países aumentan la cantidad de CO2 absorbida por los sumideros, lo que significa una terrorífica brecha del 59% entre los datos enviados por los países y la realidad.
Algunos ejemplos concretos, que se pueden ampliar en este excelente hilo del perfil de twitter Héctor Tejero son:
- Malasia indica que sus bosques absorben 4 veces más rápido que su vecina Indonesia. De esta manera, puede emitir más CO2. Y nadie reclama nada.
- Algunos países optan por no actualizar sus datos. Por ejemplo: China no lo hace desde el año 2014 o Qatar desde el 2007.
Con todo ello, se dibuja un panorama desalentador. Pero entre dos opciones: rendirse o seguir luchando, la única opción real es la de reclamar y luchar por un cambio real. La neutralidad climática no es ciencia ficción o un sueño imposible, pero se deben hacer cambios profundos y permanentes en todos los países.
