Cuando creemos que el ser humano está destinado a la extinción por su propia estupidez, llega la esperanza en forma de personas especiales que se convierten en auténticos ejemplos a seguir. Hoy queremos hablar de uno de ellos: Ryan Hickman.
Es que No tengo tiempo× ErrorDa igual lo que yo haga× Error¿Qué puedo hacer yo?× Error
Estas son solo algunas de las excusas que decimos cuando nos preguntan si estamos haciendo algo por mejorar el medio ambiente o paliar el cambio climático. Pero Ryan Hickman, un niño de California de 9 años, no es como la mayoría de nosotros.
Su idea para mejorar el planeta y, a la vez, de negocio surgió cuando fue a visitar junto a su padre un centro de reciclaje a la edad de 3 años y medio. Ese día pagaron a su padre 5 dólares por una bolsa llena de latas. ¡Volià! Con la inocencia y, a la vez, sabiduría de ver las cosas de la forma más simple, encontró su idea de negocio. Claro, hablamos de una idea de negocio entre comillas.
Pero su padre y su madre recorrieron el vecindario para entregar a los vecinos con los que tenían más confianza bolsas para que depositaran los envases. Y como sucede muchas veces, el efecto boca-oreja funcionó y de los vecinos con más confianza, se pasó a los amigos y conocidos de éstos y así, hasta hacer que su red de proveedores se ampliase al condado de Orange. De ahí a crear la Ryan’s Recycling Company.
Esa idea infantil, gracias a la colaboración activa de sus padres, ha logrado grandes cosas:
- Cada 1000 kilos que recicla su empresa, se ahorra 40 barriles de petróleo
- Ha donado 7.000€ al Centro de Mamíferos del Pacífico
- Ha reciclado más de 500.000 envases
- Y, sobre todo, ha concienciado a la sociedad estadounidense al convertirse en un auténtico ejemplo a seguir.
El reciclaje se paga en USA
En Estados Unidos existe la Ley de Depósitos que marca un valor a cada envase vendido (ya sean latas, vidrio o plástico). El consumidor paga una parte del valor de este envase al comprar el producto, pero que pueden reclamar una vez devuelven el envase. Sin embargo, la mayoría de ciudadanos de Estados Unidos lanzan estos envases a la basura, por lo que aparece una oportunidad para otras personas de ganar dinero recogiendo y devolviendo estos envases.
En el estado de California, donde vive nuestro pequeño héroe Ryan Hickman, se paga entre 5 o 10 centavos por cada uno de estos envases según sea el tamaño.
Pero no solo es en Estados Unidos que se realiza también este método de reciclaje. También se usa en Alemania, Noruega u Holanda, entre otros países. Según datos de la Fundación Catalana para la Prevención de Residuos y Consumo Responsable este sistema es un éxito y llegan a alcanzar niveles de recuperación entre el 80% y 90%.
El reciclaje en España debe ir más allá de los 600.000 contenedores amarillos y azules que colorean las calles de nuestras ciudades. Debe convertirse en una costumbre tan arraigada en el ciudadano como en las facilidades tecnológicas y sociales que deben aportar las instituciones públicas. Según datos de Ecovidrio, en España se está aumentando el reciclaje de vidrio. Tanto es así, que en el año 2018 se logró el récord absoluto de los últimos 10 años y se aumentó un 9’05% respecto al año 2017.