En nuestro acercamiento como sociedad a la sostenibilidad y al consumo consciente vamos a centrarnos en unos objetos muy especiales que suelen estar relacionados con sentimientos muy intensos. Nos referimos a la joyería sostenible.
Es curioso como un objeto con el que se quiere transmitir amor y cariño, tradicionalmente se haya producido mediante prácticas muy poco respetuosas con el medioambiente y las personas. En el imaginario colectivo tenemos imágenes de minas en países en vías de desarrollo en el que las medidas protectoras para el entorno natural son casi inexistentes. Pero no solo eso, también son duras e inhumanas las condiciones laborales de los mineros, muchos de los cuales son niños.
Es posible que te asalte la duda respecto a si la joyería puede ser ética y sostenible. Y la respuesta es SÍ. Desde hace años se ha producido un movimiento crítico dentro del sector de la joyería. Es un ejercicio interno en el que se tiene muy en cuenta aspectos como los materiales y la forma en la que se crean las piezas.
Dos de los aspectos básicos de la joyería sostenible son precisamente conocer el origen de las materias primas y la forma en la que se extraen. Son cuestiones que vamos a tratar a continuación.
Qué es la joyería sostenible
A la joyería sostenible también se le conoce como joyería ecológica, ya que en la utilización de materiales como en la producción de joyas se hace de una forma respetuosa con el medioambiente y el planeta, además de respetar los derechos humanos de sus trabajadores. Y esa es la fuerza de la elección de la joyería sostenible o joyería ecológica.
Uno de los aspectos más destacables de la joyería responsable, sostenible o ética radica en que el producto final mantiene los mismos estándares de calidad que una joya convencional, pero sin los impactos medioambientales y sanitarios.
Una persona que adquiera una joya sostenible sabe que es el producto final de unos creadores que se preocupan por una forma de hacer joyas respetuosas con la naturaleza. En este sentido, en el buscador de Clickoala vas a encontrar joyas sostenibles avaladas por sellos ecosociales recomendados por expertos en sostenibilidad de 25 universidades. Una garantía de sostenibilidad.
¿Qué ventajas aporta?
La joyería sostenible es el acercamiento del sector de las joyas y metales preciosos a la sostenibilidad. Puede que lleguemos tarde. Pero la sociedad internacional ha establecido un acuerdo en la lucha contra el cambio climático. Existe la búsqueda de una forma de vida que mantenga un equilibrio con la sostenibilidad del planeta. Estos acuerdos se han plasmado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el caso de la joyería sostenible, su acercamiento contribuye al ODS 12, el de la producción y el consumo responsable.
Uno de los aspectos en los que más cuidado se pone es en el cuidado del medioambiente. En un informe publicado por la Universidad George Washington se calcula que por cada onza de oro (28’3 gramos), se producen 20 toneladas de residuos. Además, se calculó que una mina mediana o de gran escala, utiliza 1.900 toneladas de cianuro y otras sustancias químicas.
Pero hay más datos que reafirma el impacto medioambiental. Por ejemplo, que para la obtención de un gramo de oro se realiza: la emisión de 20 kilos de dióxido de carbono, el consumo de 2.500 litros de agua y la generación de 2,5 toneladas de desechos. Unas cifras contaminantes fuera de toda duda.
Son procesos muy contaminantes tanto para el agua como para el suelo y el aire del entorno natural de las minas. Cabe añadir, además, que una gran parte de las extracciones de materiales preciosos se producen en países en vías de desarrollo con lo que el control sobre el uso de estos materiales es menos estricto.
La posible novedad de la joyería sostenible o joyería ecológica pasará y se convertirá en un tipo de joyería existente en el mercado. Ya ha pasado algo similar con otros sectores como la moda sostenible o la alimentación ecológica, que tienen su propio nicho de clientes. Y de nuevo, serán los consumidores quienes marcarán el ritmo de este acercamiento.
Los materiales preciosos que se usan para la joyería sostenible provienen de organizaciones minerales artesanales, a pequeña escala y que garantizan condiciones laborales dignas. Eso también implica que están excluidos el trabajo infantil y otras vulneraciones de los países de extracción de materiales. Es por ello que a la joyería sostenible también se le dice joyería ética.
En el año 2017 la Unión Europea dio un paso importante en la lucha contra este tipo de minería que no respeta los derechos humanos. Fue la aprobación de un Reglamento oficial para prevenir el uso comercial de oro procedente de zonas de guerras o que no respetan los derechos humanos. Precisamente, entrará en vigor en enero de 2021.
El mercurio, el gran enemigo del medioambiente
Uno de los elementos más contaminantes que usa la industria de la joyería es el mercurio. El mercurio se usa para separar y extraer el oro de las rocas o piedras en las que se encuentra. El mercurio se adhiere al oro, formando una amalgama que facilita su separación de la roca, arena u otro material. Luego se calienta la amalgama para que se evapore el mercurio y quede el oro.
El uso del mercurio se utiliza principalmente en las minerías a pequeña escala y artesanal de oro que equivale aproximadamente entre el 20% y el 30% del total de la producción.
Concretamente, se calcula que la actividad minera arroja al mar 1.000 Toneladas de mercurio cada año. Esta incidencia es mayor en la minería a pequeña escala, ya que en ella los procesos de extracción de oro son más rudimentarios y se usa de forma indiscriminada e incorrecta el mercurio. Se calcula, según el informe Global Mercury que el 90% de este metal pesado se pierde sin control al entorno natural.
La joyería sostenible ya es una realidad
Ante este panorama no es de extrañar la aparición y consolidación en los últimos años de marcas y compañías de todo tipo y tamaño que han apostado por la joyería sostenible. La sociedad demanda productos respetuosos con el planeta y las personas, y las joyas no podía quedarse fuera.
En este acercamiento a la sostenibilidad, existen una gran variedad de empresas. Desde grandes empresas como la del tamaño de Mango que tienen una línea de joyería y bisutería sostenible y ecológica. A otras empresas más pequeñas, cuya especialidad consiste precisamente en joyería sostenible. Hay voces dentro de la industria de la joyería que quieren reivindicar la sostenibilidad de la joyería. Inciden en que no pertenecen a la industria de lo desechable. Que sus productos están hechos de materias primas como el oro y el platino que pueden fundirse continuamente y que, por tanto, no se tiran.
